El toque divino, la gracia. Hay tantas palabras para denominar eso tan
particular, eso que nace de dentro y que arrebata convirtiéndolo todo en una
cascada de colores. Cualquier cosa puede parecer tocada por la mano de los
dioses. Y como decía antes solo lo autentico aparece con ese sello tan
característico. Eso que nace de dentro, esa luz que se irradia desde el centro
mismo y que nos deja cegados por milésimas de segundos y que sin darnos cuenta
nos hace sentir un mar de sensaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario