jueves, 10 de enero de 2013


La Inocencia


Una semana más con todos vosotros desde ese punto indeterminado del espacio conectamos desde el centro mismo de la galaxia dirigiéndonos a espacios inexplorados, fantásticos, donde la belleza se puede tocar, donde ningún mortal pudo alcanzar. Y es que la imaginación tiene esas ventajas, y así  acompañados por breves melodías viajamos durante dos horas en ese espacio infinito lleno de sensaciones diversas. Dispuestos a absolutamente todo, apostando hasta la ultima gota por esa caricia en los sentidos.
Y es que en las noches de Ícaro todo tiene sentido, todo tiene su razón de ser. Reivindicando esa sensación, la imaginación misma en ese punto central, reivindicando la sonrisa, la belleza. Reivindicando esa mano tendida, esa mirada cómplice, la ternura de la caricia justo ahí donde tus ojos clavan. Y es que la inocencia tiene esas ventajas, porque la Inocencia es real, no es ninguna invención de este loco soñador que te acompaña todas las noches del sábado y domingo. Pero es que
Hoy me apetece hablar acerca de la inocencia. Pues quizá sea ese deseo profundo de conectar con las raíces,
con el sustrato común que nos une a todos, con ese estado de inocencia consciente, pues sabes donde estas y que es lo que tienes. Quizás sea el deseo de un mundo más sencillo, menos complicado. Las relaciones humanas se basan en valores artificiales y carentes de significado real. Hemos perdido lo más preciado, el nexus, el principio más importante.
Desde aquí reivindicamos la inocencia como forma de ser, de forma no hostil, de formas más humanas más comprometidas con los demás, donde se vean a los demás desde el lado humano, no animal.
La inocencia como manera de sentir la vida, desde el aspecto lúdico, desde la consciencia que ve a los demás como extensión de uno mismo. Que vea el lado luminoso de todas las existencias, que sea capaz de compartir plenamente sin esos complicados ritos psicológicos de desarraigo existencial. En fin en cierto sentido utopías, pero por algún punto hay que empezar.